20 enero, 2007

El Alma de la Nación

Por Patricia Ferrada Montecinos


Ernest Renan en su texto ¿Qué es una Nación?, nos acerca a una de las ideas más importantes que deben pensarse a la hora de configurar lo que es esta definición. Al señalar que la Nación es un alma, un principio espiritual, dice en el fondo que para hablar de Nación hay que considerar los recuerdos en común que proporcionen conocer el pasado, y proyectarse en el futuro de una sociedad determinada. Ese sentimiento, esa voluntad de hacer valer el acervo histórico, que permita mirar el futuro en conjunto, es el gran aporte que realiza Renan en el artículo… ésa es “El ALMA” que tienen la Nación para entenderse como tal.


El autor descarta otros factores para definir Nación, como la raza, la lengua, la religión, la comunidad de intereses o la geografía. Si bien, cada uno de estos elementos caracteriza las diferencias que pueda tener una Nación de otra, hay que decir que sin embargo, ninguno de ellos establece una peculiaridad totalmente diferenciadora. Y con ello se fortalece la tesis de que en “el pasado común, y la proyección histórica” se encuentra el fundamento de Nación, más explícitamente: “La esencia de una Nación es que todos los individuos tengan muchas cosas en común".

No es menor señalar la importancia del discurso de Renan en su contexto histórico, precisamente, a fines del siglo XIX, cuando las ideas racistas se han incrustado naturalmente en las elites europeas (y particularmente en Francia, vale recordar el caso Dreyffus). Renan sentencia que “al confundir raza con nación se comete un grave error”, y principalmente porque el asignar una soberanía a una agrupación que contienen elementos raciales similares, no es algo plausible ni probable. Una sentencia más valiente es la que cito a continuación: “La verdad es que no hay raza pura, y que asentar la política en el análisis etnográfico es montarla sobre una quimera. Los más nobles países –Inglaterra, Francia, Italia- son aquellos en que está más mezclada la sangre”… Ante este planteamiento es bueno preguntarse ¿qué es raza?, el concepto en sí mismo es discriminatorio. Ello porque intenta establecer una segmentación de los individuos. Hay que señalar al respecto que las razas de hombres –para algunos expertos- simplemente no existen. No hay ningún elemento que haga a un hombre distinto del otro, en el fondo, en la matriz del problema, somos todos iguales… Pero más allá de los nobles ideales, Renan explica que los pueblos que constituyen Europa, son el resultado de una fusión de millones de años entre hombres, de los más variados orígenes. Con ello, descarta el principio racial, y también en su momento, el principio dinástico, para establecer el derecho de soberanía nacional.

En consecuencia, la Nación sólo se legitima en su esencia histórica y proyección futura. Un pasado similar, hace a los hombres tener un sentimiento de pertenencia ancestral y se relacionan con sus semejantes en una actitud de comunión. El saber que se igualan por haber alcanzado un objetivo, superado una dificultad, o bien, por plantearse metas comunes, les otorga una sensación de unidad, de solidaridad, una actitud de convivencia y colaboración que es fundamental para entender el concepto de Nación.
Pero, y he aquí el gran cuestionamiento, ¿qué ocurre hoy en día, cuando la globalización va derribando las diferencias, dando paso a un modelo uniforme, común, de la economía, la cultura, y en general de la sociedad?, ¿cuándo aparentemente, las tradiciones propias de los países, aquellas que les hacían “tener un pasado común y proyectarse en el futuro”, se han ido perdiendo, dando paso a un estilo de vida, más similar al del país hegemónico, que parece dominar al mundo.

Ante este panorama, algunos sostienen que el Estado-Nación ha sido avasallado por la “Civilización Global” que dirige el Grupo de los G-8 y que lo integran los países más ricos del mundo. Hoy en día, incluso se habla del fin de la soberanía nacional, a través de la búsqueda de espacios más allá de las fronteras del Estado-Nación. La Unión Europea. El MERCOSUR, la APEC, representan elementos de un proceso gradual que facilita el traspaso de las decisiones y acciones económicas, políticas, militares y culturales desde la esfera política del Estado-Nación hacia un sistema de agencias, organismos e instituciones internacionales de diversos órdenes que asumen la tarea de una construcción de orden planetario.

De esta forma, se advierte que la Nación como la concebimos desde el siglo XVIII, y la describe Renan a fines del XIX, está hoy amenazada. Con la Globalización parece avizorarse un nuevo modelo, el del mundo globalizado, con un sistema político común, con una economía uniformada, con medios de comunicación más masivos, y con el poder global, sólo para unos pocos… La Nación del Siglo XXI, ¿está perdiendo el Alma?...

4 comentarios:

JORGE Y ASOCIADOS dijo...

Me gustó la síntesis del pensamiento de Renan sobre la Nacion. Buscaba material sobre ese autor y sobre ese tema para vincularlo con la formación de los sistemas educativos nacionales. Lo encontré en tu blog

Soledad dijo...

Gracias por la sintesis me ayudo a complementarla con otra info. No encontraba la sintesis por ningun lado

Pacheta dijo...

Cojonudo texto, gracias !!!!

Pacheta dijo...

Cojonudo texto, gracias !!!!